El camerunés Francis Ngannou es una sensación en UFC. Con sus 31 años y un récord como profesional de 11 victorias y una derrota (6-0 en la
empresa), el peleador acaba de protagonizar el nocaut más espectacular de UFC 218 frente al holandés Alistair Overeem el sábado pasado.
Con un upper de zurda demoledor tiró a su rival de manera impresionante en el primer asalto y lo remató en la lona con un “martillazo” ya innecesario.
Con su excelente racha y actuación frente a Overeem se ganó el derecho de disputarle el título a Stipe Miocic, un campeón que también ya rompió récords en la categoría, pero que ve amenazada su corona frente al africano.
En un video que subió a su Instagram hace unas semanas, el peleador mostró que estableció el récord de mayor potencia de golpe registrado con una marca de poco más de 129 mil unidades de medida, batiendo la marca que ostentaba el peleador de kickboxing Tyrone Spong con 114 mil. Y vaya si lo demostró dentro del octógono.
Su vida está cargada de sacrificio y lo lleva dentro de la jaula. Cuando se fue de Camerún para Francia, ya con más de veinte años, tuvo que aprender a vivir en las calles antes de recaer en una academia para aprender el oficio de golpeador.