En medio del escándalo por nuevas denuncias hacia Juan Darthes por acoso sexual, el actor Gerardo Romano salió a defenderlo públicamente afirmando que “el actor en una escena sexual tiene derecho a meter lengua”.
Para defender su postura de defensa dio un insólito argumento de “acoso inverso”, como si la violencia de género fuese comparable con la violencia en términos genéricos.
“A mí me ha pasado al revés. Estuve en una película y la productora, después devenida directora, quiso tener una escena de sexo conmigo, se incluyó como actriz de la película y escribió una escena de sexo. Yo estaba obligado a hacerla porque estaba contratado y tuvimos una escena desnudos y de sexo”, contó en Implacables.
“Fue un caso de acoso inverso. No dije nada porque no tuve deseos de tener un conflicto. Hice la escena de mala gana. Le pedí a la maquilladora en voz alta una toalla de maquillaje, de esas chiquitas, para ponérmela sobre los genitales y no tener contacto directo con los genitales de ella”, reveló.
“La violación es un delito que solamente podemos cometer los varones. Pero la violación puede ser inversa. No se registran en los anales de la jurisprudencia, pero recuerdo el único caso paradigmático. Eran unas monjas italianas que durante la guerra violaron a un chico que era tarado y lograron que tuviera su erección y las pudiera penetrar”, contó el actor.