Roger Federer perdió en la final de Indian Wells, y es noticia. Se trata de tan sólo su segunda derrota en partido decisivo desde su regreso al circuito ATP en 2017 (la otra, ante Zverev en Montreal), y en un torneo de extrema categoría.
Aunque no es el único Masters 1000, Indian Wells es uno de los más importantes; quizás, el segundo en jerarquía, por su tradición y momento del calendario, después del Miami Open. Además, es uno de los 5 torneos donde Roger Federer tiene más triunfos.
Por su parte, se trata de una derrota (nuevamente) ante Del Potro en una final. Anímicamente, es distinta una derrota ante Alex Zverev (Montreal 2017) que ante un coetáneo y rival más directo en la pelea por el N°1. Le demuestra que no está sólo en la pelea por mantenerse en lo más alto del ranking, que tiene un rival de fuste que, aunque no todavía en el ranking (Delpo es 6°), le pisa los talones.
Finalmente, es su primera derrota tras el comienzo más extraordinario de su carrera (17-0). Nada de esto, seguramente, saque a Roger Federer de su eje. El suizo está más allá del bien y del mal: es uno de los tres mejores deportistas de la historia, símbolo y emblema del tenis. Sin embargo, perdió un partido que le recuerda que la competencia, como siempre en el circuito, será dura.