El 10 del Barcelona está acostumbrado a realizar jugadas como la que hizo ayer en el entrenamiento de la Selección argentina.
La Pulga arrancó con la pelota en la mitad de la cancha, dejó cinco rivales en el camino y metió un gol hermoso, abajo, imposible de atajar para el arquero. Fue en una práctica y el nivel de intensidad no es el mismo que en un partido, pero no deja de sorprender la jugada del rosarino.