Los resultados finales de la autopsia al cuerpo de la periodista Débroa Pérez Volpin arrojaron que murió a raíz de una perforación en el esófago, combinada con el suministro de aire durante la práctica de la endoscopía a la que se sometía en el Sanatorio de la Trinidad.
La información surge a partir del informe definitivo de la autopsia, del que trascendieron algunos datos aunque se presentará oficialmente en la tarde de este miércoles.
La perforación esófago a cinco centímetros del hueso hioides.
Fue a través de esa perforación que el aire del endoscopio provocó un enfisema subcutáneo, es decir, una condición ocasionada por la penetración de aire en los tejidos subcutáneos.
El aire también llegó al tórax y a la cavidad peritonea.
Estos resultados serán expuestos esta tarde por la familia de la fallecida legisladora, en una conferencia de prensa que darán en la Legislatura porteña a las 15 horas.