Los primeros datos oficiales confirman la delantera para el candidato del oficialismo, aunque por un margen más estrecho que el que mostraban las encuestas. Mario Abdo Benítez -hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner- se impone con el 47 por ciento de los votos contra el 42 por ciento del postulante de la centroizquierda, Efraín Alegre.

Los centros de votación en todo Paraguay cerraron sus puertas a las 16 (las 17 en la Argentina) y con el 44 por ciento de las mesas escrutadas, el candidato del Partido Colorado gobernante, Mario Abdo Benítez se impone con el 47 por ciento de los votos. Le sigue con el 42 por ciento el postulante de la centroizquierda, Efraín Alegre. En Paraguay no hay segunda vuelta electoral, por lo que el candidato que se imponga hoy aunque sea por un voto se convertirá en el sucesor del presidente Horacio Cartes.

Poco antes de que se cerraran las urnas, el jefe de campaña del Partido Colorado, Alberto Alderete, sostuvo en conferencia de prensa que los resultados estaban “a la vista” y las elecciones no ofrecían “ninguna sorpresa”. “Esta victoria por muy cantada no se puede celebrar con ensordecedores gritos, como un gol de Olimpia en una Final de Libertadores, por ejemplo”, dijo, por su parte, el senador colorado Juan Carlos Galaverna.

La jornada transcurrió en general con tranquilidad, afirmó la jefa de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), la expresidenta costarricense Laura Chinchilla. “Ha sido un proceso bastante tranquilo; la organización está bien; teníamos algunas preocupaciones al principio, como la integración de las mesas electorales, pero se ha pasado la prueba”, dijo Chinchilla a periodistas en Asunción.

En tanto, el candidato oficialista Abdo fue hoy uno de los primeros en sufragar hoy y lo hizo acompañado por su esposa, Silvana Abdo. El representante del Partido Colorado reiteró su compromiso con la democracia, en un intento por despegarse de su vínculo con la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), ya que es hijo del fallecido secretario privado del dictador, de quien heredó su nombre y fortuna. “Nadie puede dudar de mi compromiso con la democracia”, dijo y luego visitó la tumba de su padre.

“Marito”, como lo llaman para diferenciarlo de su progenitor, prometió que liderará “un salto para adelante” en Paraguay, donde casi una de cada tres personas vive en la pobreza o la extrema pobreza.

Por su parte, el candidato opositor Efraín Alegre, referente de los liberales, votó a media mañana y aseguró: “Yo voy a ser presidente de los paraguayos”. Alegre encabeza una amplia coalición que lideran el partido Liberal y el Frente Guasú del ex presidente Fernando Lugo (2008-2012).