El INDEC informó que en diciembre del año pasado cayó un 7,4% interanual el uso de la capacidad instalada industrial, con lo que es el mayor desplome de la era Cambiemos y el octavo mes consecutivo de descenso. El nivel de funcionamiento de la actividad fabril
expone una ociosidad que no se veía desde la crisis 2001-2002.

La recesión de la industria argentina a más de tres años de iniciarse la gestión de Mauricio Macri muestra cada vez más índices que la emparentan con la crisis de 2001-2002: es que el INDEC informó que las fábricas no usan casi la mitad de su capacidad instalada por lo que la situación del nivel de ociosidad industrial es el peor desde los tiempos de la salida de Fernando de la Rúa de la Casa Rosada.

El uso de la capacidad instalada industrial tuvo el mayor desplome de toda la gestión Cambiemos y bajó por octavo mes consecutivo. De acuerdo a los últimos datos publicados por el organismo estadístico, el último mes del 2018 presentó un retroceso interanual de 7,4 % en este indicador.

De esta forma, la utilización de la capacidad instalada de la industria cayó en diciembre al 56,6%, lo cual significa que las fábricas no usan casi la mitad de su potencial productivo y es el menor nivel desde junio de 2002.

Los doce bloques relevados presentaron caídas, que en algunos casos llegaron a niveles alarmantes de 23,4 puntos porcentuales, como sucedió con el sector textil que se encuentra trabajando a menos de un tercio de su capacidad (32,3%).

El segundo retroceso más destacado se dio en los productos minerales no metálicos (-15,2 p.p.), a raíz del desplome de la construcción del 20,5% registrado en diciembre que destruyó los niveles de producción de vidrio, cemento, artículos sanitarios de cerámica, ladrillos huecos, mosaicos y placas de yeso, entre otros.

Le siguieron los productos de caucho y plástico (-14,3 p.p.), la industria metalmecánica excluida la automotriz (-12,8 p.p), la industria automotriz propiamente dicha (-12,7 p.p.), edición e impresión (-8,9 p.p), refinación de petróleo (-8,9 p.p.) y productos del tabaco (-5,8 p.p.).

En cuanto al uso de la capacidad instalada, el sector industrial que se encuentra en su menor porcentaje es el automotriz, con tan solo un cuarto de su potencial de producción utilizado (25,6%) a partir de la inédita crisis que desplomó los patentamientos en más de un 50%. Esto significa que prácticamente el 75% de las fábricas de autos está ocioso.

Por el contrario, la menor ociosidad se vio en la refinación de petróleo y las industrias metálicas básicas, que operaron sus fábricas al 77,4% y 69,4%, respectivamente.

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