Mateo Cabañas (19 años) estaba al volante del Toyota Corolla junto a 5 amigos. Mateo iba manejando en forma imprudente y alcoholizado (dio positivo el examen) lastimando a todos sus amigos dejando en terapia intensiva a una chica.
Este demente al volante es la segunda vez que ocasiona un accidente, siendo también protagonista del recordado choque del verano que embistió un colectivo en la diagonal, también alcoholizado.
Es hora que la justicia le saque el carnet a estos personajes y los manden a hacer trabajo comunitario como mínimo, porque tienen un arma en la mano y lastiman a cercanos y ajenos.
Del siniestro vial también se vio involucrado un remisse Corsa obligado a maniobrar en forma brusca por la embestida del Corolla