La Selección necesitaba que Camerún-Nueva Zelanda y Chile-Tailandia finalicen en empate. Sin embargo, las africanas ganaron y de este modo el elenco albiceleste quedó sin chances de clasificar.

El pasado primero de junio la Selección argentina partió hacia Francia para disputar el Mundial Femenino de fútbol después de doce años de ausencia. Las 23 convocadas por Carlos Borello fueron a hacer historia al viejo continente, y lo consiguieron.

Vanina Correa, Gabriela Garton, Solana Pereyra, Virginia Gómez, Adriana Sachs, Gabriela Chávez, Agustina Barroso, Natalie Juncos, Aldana Cometti, Eliana Stabile, Miriam Mayorga, Lorena Benítez, Dalila Ippolito, Estefania Banini, Vanesa Santana, Ruth Bravo, Mariela Coronel, Mariana Larroquette, Belén Potassa, Milagros Menéndez, Florencia Bonsegundo, Yael Oviedo y Sole Jaimes fueron las encargadas de defender la celeste y blanca en Francia.

Tras ganar los dos amistosos contra Long Beach State University – ambos por 2-1 con goles de Oviedo y Bonsegundo en el primero, y doblete de Larroquette en el segundo – el 9 de junio pisaron el Parque de los Príncipes por primera vez como equipo para hacer el reconocimiento de campo.

El primer partido contra Japón por la fase de grupos contra era clave. El encuentro fue transmitido en todo el país a través de la televisión pública y con aquel 0 a 0 final contra las niponas, las albicelestes escribían el primer capítulo de la historia: la Selección argentina femenina conseguía así, por primera vez, un punto en un Mundial.

Apenas unos días después llegaría el partido contra Inglaterra, las favoritas del Grupo D. A la hazaña se le sumaba la eterna rivalidad entre ambas selecciones por lo que el 1 a 0 con gol de Jodie Taylor recién a los 16 del segundo tiempo y una excelente actuación de Vanina Correa en el arco se llevó la admiración de todos.

La arquera argentina de 35 años, madre de mellizos, se había alejado de la Selección y retomó su carrera futbolística en 2017 luego de que Borrello lograra convencerla. Aquel viernes 14, Correa le atajó un penal a Nikita Parris en el primer tiempo y se llevó todos los aplausos del Stade Océane de Le Havre.

La heroica llegó este miércoles 19. La Selección caía por una goleada de 3 a 0 contra Escocia (con goles de Kim Little, Jennifer Beattie y Erin Cuthbert), pero la voluntad estaba intacta y la albiceleste remontó el partido en el Parque de los Príncipes con un final para el infarto.

Milagros Menéndez fue quien abrió el marcador para las albicelestes a los ’73. A los ’78 y desde la puerta del área, Florencia Bonsegundo le daba esperanzas a la Selección con un sablazo que entró apenas por abajo del travesaño de la arquera escocesa Lee Alexander.

La hazaña llegaría también de la mano de Bonsegundo y del VAR: con el partido 3-2, la norcoreana Ri Hyang Ok revisó una falta sobre Aldana Cometti y dio penal para Argentina.

Bonsegundo falló en el primer intento, pero el VAR advirtió que Alexander se había adelantado y se volvió a patear. El grito desaforado de Florencia fue el de un país entero y le puso el broche de oro al partido a un magnífico pase por el Mundial.

Las chances y el sueño de pasar a octavos de final por primera vez en la historia permanecían intactos, pero ya no dependía de la Selección. “Las pibas” dependían de un doble empate entre Camerún-Nueva Zelanda y Chile-Tailandia que no fue posible. Este jueves, las africanas se impusieron por un 2 a 1 contra las neozelandesas con un gol a último minuto y la Selección quedó afuera del Mundial.

Pero la historia no termina acá y tampoco lo hará la lucha. Esas mujeres dieron todo en la cancha y demostraron, una vez más, que el fútbol femenino debe ser profesional y que se deben igualar las condiciones de entrenamiento y desarrollo del deporte con el masculino.