Un verdadero calvario vivió una mujer de nuestra ciudad, de esos casos que pareciera sacados de una película, pero la realidad golpea más fuerte.

La mujer conoció al balcarceño Pablo Martin Andrada(40) por redes sociales y mantenían una relación de pareja hacia ya 10 días, pero este la secuestró, golpeó y violó.

La víctima explicó que durante esos días Andrada no se había mostrado violento, ni agresivo ni había tenido ninguna actitud que la hubiese alertado de que algo así podía sucederle.

Con el correr de las horas se conocieron detalles más escabrosos en esta historia, el miércoles por la mañana surgieron de las pericias realizadas a una manta del transportista que poseía en el rodado en el cual utiliza como herramienta de trabajo que la misma tenia rastros de sangre y semen.

También otros elementos, propiedad del acusado, (calzoncillo, un trozo de toalla y un par de medias) fueron enviados a Mar del Plata para ser periciados tras ser recogidos de la vivienda que ocupa el balcarceño en la calle 23 entre 2 y Maipú de la vecina localidad luego del allanamiento que realizó la policía comunal.

Las novedades mas siniestras que se pudieron conocer fueron que el Andrada atormentaba a la victima con amenazas de que tenía contacto con un “pesado” de nuestra ciudad conocido como “Zarate” al cual le pagaría con droga para que violara a las hijas de la mujer de 13 y16 años respectivamente.

También hostigaba a la victima con quemarle la casa mientras la amedrentaba con un revolver calibre 22 y una cuchilla que el camionero tenia en el rodado.

También se conocieron mensajes de WhatsApp en los que el violento sujeto se contactaba con las hijas de su secuestrada.

Pablo Martin Andrada está acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado, privación ilegal de la libertad, amenazas agravadas y lesiones agravadas.

En el momento del arresto en Balcarce, una vez detenido el camionero por las fuerzas de seguridad se escucharon gritos de una mujer que provenían de la parte trasera del rodado; allí la policía constató la presencia de otra mujer que estaría corriendo la misma suerte que la mujer necochense.