Fueron identificados con una pulsera distinta a los demás militantes y dirigentes. Desde el oficialismo llegaron a ofenderse con la organización.

El presidente Mauricio Macri volvió a quedar expuesto durante la campaña electoral con una obscena puesta en escena en un club deportivo de la zona norte de Rosario.

Concretamente, el público asistente al acto de campaña fue segmentado con distintas pulseras que marcaban si eran militantes de Cambiemos y su jerarquía en base al color.

Además, según reportó el diario La Nación, los propios dirigentes del oficialismo llegaron a ofenderse con la organización, que ubicó a la gente más humilde de los barrios populares rosarinos en una bandeja superior, separada del resto con una pulsera de color amarillo, mientras que los militantes o funcionaron que se ubicaban en la parte más cercana al cuadrado 360 tenían un color violeta. Allí posicionaron también a una banda de instrumentos de vientos.