Los Convenios Colectivos de Trabajo y otras medidas precarizadoras son los items más sensibles de la flexibilización que quiere ejercer Cambiemos.
Durante campaña, por razones obvias, no lo dicen pero el gobierno ya tiene un borrador para llevar a cabo tras ganar las elecciones una reforma laboral integral. La prudencia está ante la posibilidad de perder: sería un suicidio político centrar la campaña e este punto.
Según apunta el portal Ámbito Financiero, entre el listado de tópicos que incluirán están el fin de los Convenios Colectivos de Trabajo, que se negocie por empresa y no por actividad, habilitaría la subcontratación y la tercerización y un límite a los aportes a los sindicatos.
Esto quitaría poder de negociación para el sector trabajador, ya que los empleados deberían negociar en sus lugares de trabajo las condiciones de contratación, sin el paraguas de los gremios por actividad. Esto está copiado de la flexibilización laboral de Brasil, realizada en 2017.
“Contempla también la creación de nuevas figuras como la del “trabajador de plataformas” y flexibiliza mecanismos de despidos y pasantías. Y hasta un golpe al poderío de Hugo Moyano”, agrega el medio. Para el cálculo de indeminzaciones, eliminan puntos como las horas extras y el aguinaldo para conocer la base a partir del cual se estima el monto.
La reforma se estaría camuflando bajo el nombre de “Plan Productivo 2020-2023, Relaciones laborales y empleo de calidad” y lleva semanas de discusión en el Ministerio de Producción y Trabajo. El propio Dante Sica reconoce que el denominado por ellos “paper” está en circulación interna pero buscan minimizarlo para que no esté en el ojo del debate a tan pocos días de las PASO.
También se contempla “hasta la eliminación de las multas por trabajo informal que estaban contempladas en el proyecto de blanqueo; limitación de los juicios a empresas por solidaridad con sus tercerizadas; regulación de contratos para personal de aplicaciones, y promoción del primer empleo y una “agencia de talentos”.