Conmoción nacional por el extravío del nadador Ezequiel Bermejo tras la carrera RioMar 2020. Sigue intenso operativo para dar con el paradero del competidor oriundo de Adrogué, Alte. Brown.
La familia de Bermejo se encuentra en la ciudad y sigue de cerca el operativo. Intensa preocupación de la comunidad ante el lamentable suceso.
El kayak que acompañaba a Bermejo para asistirlo, de carácter optativo en la competición, lo vio por última vez a 1000 mts de la llegada dónde el nadador le dijo “sigo sólo” ya que al kayakista se le partió la pala.
Hoy la prioridad es la búsqueda de Bermejo, no obstante se hace necesario hacer balances precisos sobre lo sucedido en la 37 edición de la RioMar.
En un primer momento trascendió la noticia de que el desaparecido era un kayakista, ya que varios se dieron vuelta este sábado durante el recorrido, pero finalmente el nombre de Bermejo fue encontrado en las listas de los participantes.
Fuentes cercanas al evento describieron que el desgaste es extremo y que particularmente en la competencia en la que muchos abandonaron por síntomas de hipotermia, al punto que debieron ser atendidos en la guardia del Hospital Municipal Dr. Emilio Ferreyra.
En su perfil de Facebook, Ezequiel había hecho público un pedido para poder participar de la competencia. «Buen dia gente, estoy buscando una inscripción para Río-Mar 2020. ¿Si saben de alguno que se baje me contacta? Gracias», escribió en diciembre pasado.
Un experimentado competidor y guardavidas dijo que las condiciones no eran apropiadas. «La masiva inscripción y la promoción hizo que se corriera con oleaje bravío, de dos metros en la desembocadura del Quequén y su unión con el mar. Muchos participantes tuvieron dificultades para recorrer 10 kilómetros», indicó un nadador.
«El río estaba bueno, pero se encontraron en el mar con olas de dos metros. El personal de seguridad de la prueba, que iba en kayak acompañando a los corredores, se daban unos golpes bárbaros. Salían y volvían, pero dejaban a los nadadores solos», contó el participante. El kayaquista que seguía a Bermejo «rompió la pala y lo dejó solo».