Es un mes clave de definiciones políticas: la antesala primero de las alianzas y luego de las listas. En Necochea hay tres espacios fuertes mientras que a nivel nacional dos ¿El intendente divide sus votos con el radicalismo? Juntos por el Cambio sacó 60% a nivel local en el 2019. De ahí se fractura Arturo y arma Nueva Necochea, agrupación vecinal. Es decir que ese 60% se divide ¿A la mitad?
Si efectivamente Arturo Rojas va con una lista vecinal, es esperable que el radicalismo y las fracciones variopintas del PRO opten o bien por una PASO local o una que venga estructurada provincialmente. María Eugenia Vidal sacó 50% en 2019 siendo el “techo” de los cambiemitas en el distrito.
No es exagerado decir entonces que Juntos por el Cambio tiene cierta crisis en términos electorales en Necochea, ya que la figura que ganó se corrió al vecinalismo. Paradójicamente se da también esa crisis en el Frente de Todos que viene de una dura derrota, probablemente por no expresar a su propio espacio electoral generando alta dispersión en la elección anterior. Curiosamente Todos a nivel local sacó menos votos en Octubre que en Agosto.
Sería racional y lógico que ambos frentes electorales busquen consolidar sus votos. Juntos por el Cambio buscará que le corten lo menos posible la boleta completa y la suplanten con Rojas en la parte municipal. El Frente de Todos, si toma una actitud también lógica deberá buscar el 35% de nación y provincia de 2019 pero en Agosto, si el escenario es triple en lo local.
Desde 1999 hubo solo dos elecciones que dos fuerzas rompieron el piso y metieron Concejales, la ejecutiva de ese año y la de 2019. Salvo lo antedicho, en todas las elecciones desde 2001 fueron tres fuerzas que rompieron el piso. Sólo si finalmente Rojas da marcha atrás con el plan vecinal podría darse otra configuración de tres polos.
Nuevamente aparece en Necochea la figura díscola local, algo que siempre ha sucedido en la historia, por lo que no resulta novedoso un agrupamiento “vecinal” o de “tercera vía”. Hoy Rojas ocupa un espacio electoral similar al que López ocupó en el 2015, salvando las distancias obvias.
Falta un mes y por el momento los escenarios son abiertos. El oficialismo local puede ser que largue primero la carrera electoral, pero luego de la campaña las posiciones pueden modificarse. El escenario es completamente abierto: el oficialismo lo sabe y las oposiciones también.