LeBron James siempre tiene algo que regalar que permite entender por qué es el mejor jugador de la NBA.
The King, ante Los Angeles Lakers, dibujó una asistencia que dejó a todo el universo del básquetbol sin palabras: amagó a darle un pase a Kyle Korver y sin mirar dejó solo debajo del aro a Ante Zizic que no dudó y enterró el balón.
LeBron fue el jugador más dominante de Cleveland, aunque no encontró socios que le permitieran poder ganar el juego ante los Lakers que se impusieron por 127-113.
James tuvo una producción a la altura de su jerarquía: 24 puntos, 10 rebotes y siete asistencias. Aunque el hombre que se paró arriba del juego fue Julius Randle, que alcanzó la marca más importante de su carrera: 36 puntos y 14 rebotes.