Antes de conocer a Diego Olivera, la vida amorosa de Mónica Ayos distaba mucho de ser perfecta. Impulsada por la campaña de #NiUnaMenos, la actriz se animó a contar su propia historia de acoso sexual en una entrevista al programa radial “Falta de respeto”.
Ayos acusó públicamente al padre de su hijo Federico, hoy de 26 años, al que conoció cuando la actriz y bailarina se fue a vivir a Chile, a los 19 años.
Al principio, el coreógrafo se mostró encantador: “Cuando estaba sobrio, era una persona maravillosa, pero era muy depresivo y las drogas lo llevaron a ponerse agresivo”, recordó la actriz.
En la entrevista, Ayos contó que recibió golpizas mientas estaba embarazada y reveló qué fue lo que la llevo a tomar la decisión de dar por terminada la relación: “El nacimiento de Federico fue lo que me dio fuerzas para salir de esa situación de miedo que tenía permanentemente. Yo había recibido una paliza muy grande cuando le estaba dando la teta. El zapato cayó de mi nariz a la cabecita de Fede, que todavía tenía la mollerita”, rememoró.
Para esa época, la pareja ya vivía en Buenos Aires, y Mónica llamó a una de sus amigas para que se llevara al bebé. “Ese día dije: ‘Una cosa es que uno se exponga, y era mi problema, mi miedo’, el circulo del que no salís. Pero de repente dije: ‘Acá hay una persona que yo traje al mundo y que depende de mí, de mi seguridad’”, confió.
“Era una situación muy enferma, porque había amor y teníamos un hijo juntos. Yo soñaba con esa familia y él hacía un esfuerzo muy grande por ser mejor, pero no pudo. Yo creí que podía salvarlo y que iba a cambiar pero no pude”, se sinceró.
Luego de que su amiga se llevara a Federico, Mónica fue a pedirle plata prestada a su abuela para comprar un pasaje de ida a Chile. “Mi abuela no me preguntó nada y me dio la plata. Volví a mi casa e hice una actuación digna de un premio Oscar. Le dije que estaba muy estresado y que le regalaba un pasaje para que vaya a ver a su padres a Chile”, recordó la actriz.
“Cuando llegamos a Ezeiza, le dije: ‘Quiero que sepas que toda mi familia está al tanto de lo que me hiciste, que no podés volver y que no tenés pasaje de vuelta”, afirmó.
“Yo siempre creí que había una luz en esa oscuridad total y eso fue Federico en mi vida. Porque cuando te lleva puesto a vos, o a tu hijo, empezás a darte cuenta de que hay que parar. ‘Lamento mucho tener que criar sola a mi hijo, pero lo voy a alejar del peligro y vos sos un peligro’, le dije. Él lo sabía, hacía un mea culpa, pero fue más fuerte que él. No hay que justificar ese tipo de cosas, hay que alejarse. Hay que denunciar”, recomendó.
Luego de la separación, el hombre se suicidó. Había dejando cartas para ella y para su hijo, en las que les pide perdón por todo lo sucedido. “Hay un montón que Fede no leyó todavía. Las tengo guardadas. Él me dice que está grande, pero yo todavía no me animo a dárselas. Me parecen fuertes. Él reconoce todo y pide disculpas”, finalizó.