A tres días de la visita de Macri a las Naciones Unidas, las relatora especial sobre derecho a la alimentación visitó Argentina, destrozó decisiones del Ejecutivo vinculadas a su área y reclamó medidas de la gestión anterior. Cuestionó las promesas del acuerdo con el FMI, criticó el aumento de la pobreza y denunció que el macrismo “aprovecha la crisis” para lanzar despidos.
Mientras diversos sectores de la oposición y organizaciones sociales exigen hace tiempo al oficialismo declarar la emergencia alimentaria, fue la ONU quien le dio un duro cachetazo a Mauricio Macri a sólo tres días de que el mandatario visite las Naciones Unidas: el organismo internacional recorrió sectores vulnerables del país, criticó medidas del Gobierno, denunció que existe “inseguridad alimentaria” y pidió aplicar políticas kirchneristas.
Tras 10 días de visitas por diferentes puntos sensibles del país y reuniones con diversos sectores sociales, Hilal Elver, la relatora especial sobre el derecho a la alimentación de las Naciones Unidas, elevó un duro informe de más de 70 páginas sobre la situación socioeconómica argentina, en el que advirtió que “en la Argentina casi cuatro millones de personas enfrentan una seria inseguridad alimentaria”.
“Las políticas de Estado en esta materia comenzaron en 2003 y hay muchas formas de brindar protección social pero no he visualizado cambios recientes, y no se han incrementado los montos de fondos destinados a esos programas, los cuales posiblemente se contraigan debido al valor del peso”, disparó Elver en lo que se interpretó como un mensaje indirecto respecto de que durante el kirchnerismo había política sociales y alimentarias que no tienen correlato en la actualidad, a pesar de la dura crisis que atraviesa el país.
El informe es un adelanto de su investigación al que accedió Política Argentina, pero los resultados finales serán dados a conocer en marzo de 2019. No obstante, y mientras el Gobierno aún negocia un nuevo acuerdo con el FMI, la funcionaria de la ONU cuestionó el bajo presupuesto en materia de alimentación y, en esa línea, cuestionó las promesas de apoyo del Fondo en ese sentido.
Para Elver, si bien el Fondo Monetario Internacional estableció en sus condiciones para acceder a un acuerdo de préstamo, que los países no reduzcan los fondos destinados a protección social, “no hay ninguna garantía de que vayan a incrementarse” y, según insistió, la Argentina necesita una fuerte actualización del presupuesto destinado a programas alimentarios.
“Observo que un creciente número de personas va a comedores o se salta una comida, y que los niños se ve forzados a depender de los comedores escolares para su comida diaria”, dijo la relatora especial, y lanzó una dura crítica hacia el modelo macrista: “El modelo de desarrollo agrícola del país que se basa en una producción comercial intensiva orientada a la exportación, siendo la soja y el maíz transgénicos sus principales productos, no es beneficioso para el derecho a la alimentación en la Argentina”.
La ONU, mediante su funcionaria especialista en la temática, también exhortó al Gobierno a “apoyar al sector de la agricultura familiar” con el fin de proteger la disponibilidad de alimentos y señaló que, por ejemplo en ese área, Macri utiliza la “tormenta” como argumento para lanzar despidos que posteriormente contribuyen a generar pobreza.
“Entiendo los desafíos que enfrenta la Argentina, pero soy crítica respecto a la decisión del gobierno de aprovechar la crisis económica actual para desmantelar el apoyo a la agricultura familiar mediante el despido de los casi quinientos trabajadores y expertos del Ministerio de Agroindustria; esta acción parece estar destinada a la agricultura industrial orientada a la exportación, principalmente de soja y maíz”, denunció.
En este marco, la Relatora Especial consideró que la adopción de estas políticas por parte del Gobierno en medio de una crisis económica “intensificará el impacto sobre la realización del derecho a la alimentación en Argentina”.
Elver puso énfasis también en que ese grave problema de alimentación en el país significa que casi el 60 por ciento de los argentinos tiene sobrepeso o es obeso, incluidos un 40% de niños. “La situación de emergencia actual puede tener un impacto directo en los niveles de pobreza y el medio de subsistencia de las personas”, sentenció.
También en su informe, destacó cuestiones más estructurales y de largo plazo relacionadas con cómo conseguir una satisfacción del derecho a la alimentación en el país. “La Argentina es un país de ingresos medios altos y tiene una de las economías más grandes de América Latina, aunque un importante sector de su sociedad está empobrecido”, opinó.
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