La Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia informó este domingo que el actual presidente de Rusia, Vladimir Putin, fue reelecto para un nuevo mandato con más del 76 por ciento de los votos. De acuerdo con la información, el candidato del Partido Comunista, Pável Grudinin, llegó al segundo lugar con el 11,80 por ciento de los votos del electorado.
La CEC precisó que para esta jornada 1649 periodistas fueron acreditados, de los cuales mil 200 son representantes de medios locales y otros 449 son extranjeros.
Vasily Likhachev, miembro de la CEC, también detalló que 1.529 observadores internacionales de 115 países y 14 organizaciones internacionales forman parte del despliegue electoral.
En total, fueron unos 109 millones de rusos los convocados a esta jornada electoral. Dado la enorme extensión del país, y los 11 husos horarios, la jornada electoral en el país asiático se extendió por 22 horas.
Putin iniciará su cuarto mandato y se convertirá en el jefe de Estado con más tiempo en el cargo, con una popularidad que supera el 80 por ciento, según el informe del Centro ruso de Estudio de la Opinión Pública.
Entre sus planes para el nuevo Gobierno está la lucha contra la corrupción y la implementación de estrategias que brinden soluciones a las problemáticas sociales, así como la renovación del potencial administrativo para evitar que se pierdan los logros alcanzados en el último año.
Igualmente, promoverá la ejecución de varios proyectos económicos de infraestructura, como la construcción del gasoducto de Siberia y el puente de Crimea.
Por otro lado, el vicecanciller Serguéi Riabkov reafirmó que evalúan la creación de patrones económicos que funcionen independientemente al dólar.
De consolidarse esta acción, generará un impacto en el comercio internacional y en la posición económica mundial de Estados Unidos (EE.UU.).
Como aliado en la lucha contra el terrorismo, Rusia ha desempeñado un papel importante en las operaciones emprendidas por dos años para derrotar al autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe) en el territorio de Siria.
Según el director del Instituto de Desarrollo Contemporáneo Estatal, Dmitri Solónnikov, la Fuerza Aérea de Rusia ayudó a la solución militar del conflicto, una muestra de campaña antiterrorista eficaz con resultados reales.
“Rusia y Damasco son los jugadores más fuertes en la región. Rusia no solo asestó un golpe definitivo sobre Daesh, sino que también es una locomotora del proceso de solución política de la crisis”, reiteró.
Especialistas han afirmado que la participación de la nación euroasiática en Siria ha provocado un cambio en el equilibrio geopolítico del Medio Oriente, región que ha sido objeto de “errores políticos occidentales”.
El Gobierno ruso ha asegurado que, una vez culminadas las acciones militares, podrán enfocarse en la solución política del conflicto para contribuir en la reconstrucción del país.
A lo largo de su gestión, el presidente Putin ha fortalecido las relaciones de hermandad con Gobiernos de América Latina que, según el analista internacional Adalberto Santana, “se han ido identificando con la propuesta novedosa de esta modernización que vive Rusia”.
Asimismo, destacó que la figura del mandatario ruso representa “una autoridad política a nivel internacional y sus planteamientos siempre son de acompañamiento” hacia los territorios.
Según Santana, estos países buscan alternativas a las potencias tradicionales, como España, Inglaterra y EE.UU., por lo que Rusia se presenta como “un nuevo actor con una relevancia fundamental” en la dinámica latinoamericana.
Los principales aliados rusos en la región son Cuba, Venezuela y Nicaragua, con quienes mantiene diversos acuerdos de cooperación bilateral.
Las relaciones bilaterales entre EE.UU. y Rusia permanecen en tensión después de las sanciones económicas impuestas por el Gobierno de Donald Trump tras la crisis ucraniana.
Aunque la respuesta rusa ha sido calificar esta medida como “sin sentido”, aclararon que se reservarán el derecho de responder ante cualquier nueva acción emprendida por EE.UU., cuyas consecuencias afectarán mayormente a sus propios empresarios.
Con respecto a lo que estas decisiones pueden generar en Rusia, el analista Santana ha destacado que “es una nación que ha logrado sobrevivir al colapso de la Unión Soviética, logró fortalecerse y hoy es una de las grandes potencias y uno de los países con mayor estabilidad”.
Pese a las hostilidades percibidas y a las constantes amenazas por parte del Gobierno estadounidense, Rusia sigue proyectándose como “una potencia económica, una potencia política y una potencia cultural”.