Además del papelón total de la lista de aportantes truchos, su registro, la utilización de nombres de registros oficiales, la adulteración de documentos públicos y la entrega oficial de la pobre contadora, las dudas sobre los aportes siguen.

Luego de
desvergonzado traspaso de la denuncio judicial al ámbito provincial, el cuidado
resulta extremo sobre este tema, no obstante ya compensaron a aparecer los
verdaderos aportantes que aparecían disfrazados en las elecciones anteriores.

A poner mucho ojo
sobre ellos, las primeras contribuciones a esa fuerza la hizo la semana pasada
Jorge Stuart Milne, el ex dueño del Banco Patagonia, que puso $ 1,64 millones
en favor de Juntos por el Cambio, otro caso María Luisa Miguens Bemberg,
admiradora de la gobernadora de María Eugenia Vida accionista de central puerto
(generadora energética)  que sumó unos $
1,64 millones, quién se quedó casi en forma gratuita con la central Brigadier
López privatizada por el Gobierno para cerrar el déficit fiscal. Magdalena
Vigil, integrante de una familia vinculada con la editorial Atlántida, aportó $
400 mil, Ana Clotilde María Ludovica Vallarino Gancia, del rubro de la bebida
con el mismo nombre, aportó unos $ 200 mil, en tanto, Julio Patricio
Supervielle, uno de los accionistas del banco Supervielle, también realizó una
transferencia de $ 200 mil pesos.

Empresas energéticas y bancarias, ¿casualidad o causalidad?

TODO TIENE QUE VER CON TODO.

Por Omar Pérez