La salud pública estuvo de paro prácticamente al 100% de acatamiento, salvo en guardias y servicios vitales que todo funcionó con normalidad horaria. En realidad, no fue paro, fue “quite de colaboración”; y la guardia estuvo abarrotada (más que de costumbre). La población lo siente de la misma manera.
La principal problemática radica en conseguir turnos en el Ferreyra ya que no logra implementarse la atención primaria con mayor presencia lo que implica llevar turnos clínicos y controles pediátricos a los barrios y descomprimir el Ferreyra. Esto no se da por dos cuestiones, primero porque es 100% real que faltan profesionales médicas y enfermeras, y segundo también es cierto aunque no en un 100% que muchos realizan avivadas (irse antes, dar pocos turnos, etc).
En varios casos hay turnos que se necesitan sin espera, y que que para sacarlos hay que acampar a la madrugada junto a decenas de vecinos que padecen los mismos problemas hace años. Increíble que teniendo Sumado a las innumerables complicaciones con rayos, ecógrafo, laboratorio, insumos, farmacia, etc.
Sería injusto endilgarle al señor intendente la responsabilidad total del cuadro actual, pero lo que sucedió durante los dos primeros años de su gestión lejos está de haber logrado estabilidad y gobernanza sobre el sistema de salud. Sí es completamente justo exigirle que tome acción ya y de mínima que intente que la salud vuelva a estar de pie y con un proyecto concreto en Necochea. Hoy nos guía la suerte más que las desiciones. Que el ejecutivo cumpla en lo que prometió y loq ue corresponde: que paguen compromisos asumidos para garantizar el derecho a la salud en efectores municipales.
El Dr. Pedro Barrientos junto a la Dra. María Ernestina Inda renunciaron en forma conflictiva del Departamento Ejecutivo, enfrentándose al intendente López por la figura de Mario Gygli. En un conocido medio acusaron a Gygli de varias cuestiones gravísimas que por el mismo medio fue el propio Mario que dijo “no haber escuchado esas declaraciones”. Lo cierto es que la gestión de Barrientos al frente de la Subsecretaría de Salus, no tanto la de Inda en el Ferreyra, será recordada principalmente por su maltrato y su permanente conflictividad con las y los trabajadores que por las transformaciones que pudieran realizar.
Lo cierto es que dicen que sigue sin conducción. La Dra. Canale, que venía desempeñándose al frente del Hospital Irurzun en Quequén, se hizo cargo de la dirección del Hospital Ferreyra. Ahora se fue dos semanas de vacaciones y apareció la Dra. Salgado la suplanta ¿Nuevo posible nombre a quedar en la gestión de Salud de López?